Comencemos por el inicio

¿Quién nos dice que él no es un principe azul?


Es difícil contar estas cosas, pero estoy segura de que no soy la única ni mucho menos la última.

Todo comenzó en el 2011 cuando aún estaba en el colegio. Todo en vida en ese momento estaba bien, no había mayor cosa que quisiera cambiar, sólo buscaba ser destacada en lo que me gustaba y sentirme bien conmigo misma. Ustedes saben, a esa edad, no es fácil sentirse bien con tu cuerpo ni con tu manera de ser porque todos te dicen como debes ser y no te aceptar tal cual eres.

Sin embargo, creo que todo estaba en lo que se considera "bien". Era capitana de porras, tenía un equipo exitoso, ganábamos la gran mayoría de competencias a nivel nacional y contaba con amigas increíbles, esas que te miran y se ríen sin decir una sola palabra. Esas amigas que, en vez de juzgarte, te miran y te dicen "la cagaste, pero, aquí estamos para ti".

Pero, como no todo dura para siempre, llegó a mi vida el tal "príncipe azul" lo malo era que nadie me dijo que no era quien yo pensaba. Pero hoy me pregunto ¿acaso ellos sabían quien era él en realidad o también los engañó igual que a mí? Es una duda con la que tendré que vivir, pero bueno aquí está mi historia de cómo me deje destruir por un hombre:

Estaba en 11 grado de bachillerato y conocí a un muchacho que me llamó la atención, era dulce, sincero e interesante. La cosa no inició bien y debí parar todo al primer tropiezo, pero como todo adolescente, entre más te dicen que no, más lo haces, así que no me importó y continué mi relación. Debo confesar que no todo fue su culpa, yo también lo defraude. De hecho, ese fue el inicio de todo mi caos.

Llevábamos no sé, cuatro o cinco meses de novios y yo nunca deje de hablar con mi ex y claro, como dice mi mamá "no hay nada oculto entre el cielo y la tierra" así que él se enteró de mis conversaciones clandestinas con otra persona, pero, su reacción fue decirme que no entendía por qué yo le hacía esto, (jamás le fui infiel físicamente hablando) yo sabía que no estaba bien pero no podía olvidarlo así que le respondí que no pensara en eso que continuáramos como si nada y yo me alejaría de él.

Cumplí mi promesa, pero la confianza estaba rota y cuando eso se pierde, una relación no tiene mucho tiempo de vida. Pasaron meses, años y finalmente todo estaba tan mal, que el intento agredirme físicamente. La primera vez pasaron por mis ojos todas esas noticias de mujeres maltratadas y yo sólo pensé "este no es él" pero no fui capaz de dejarlo, creí en la típica mentira "no lo vuelvo a hacer". Paso la primera, pasó la segunda, pero el peor maltrato fue el psicológico, a él no le dolía decirme "eres una estúpida" "eres muy bruta, mejor no digas nada" cosas así. Mis amigos en la Universidad no podían creer que yo siguiera con una persona así.

Hasta que un día dije, no más, esta no soy yo, no es lo que quiero para mi vida. Preparé maletas y me fui del país por 8 meses. Lo eliminé de todas mis redes sociales hasta lo bloqueé de mi correo electrónico. Es decir, no había ninguna manera de que recibiera una noticia de él. Les confieso que fue muy duro no solo porque me hacía falta sino porque yo estaba sola en otro país y no conocía a nadie. Pero, las mujeres somos fuertes y después de una vida al mejor estilo americano, regresé a Colombia.

Era una persona nueva y una mujer radiante. Pero lo más importante fue que lo perdone con mi corazón, jamás de guarde ningún odio por lo que me hizo por cómo me destruyó. Hoy en día es un punto más de una serie muy larga de puntos.



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